domingo, 22 de mayo de 2016

'Un hombre de honor': confesiones de un asesino de la mafia

    'Un hombre de honor' es el diario de un asesino. Un campesino pobre que se hace llamar Giovanni, nacido en 1935, probablemente en Sciara, y que tras perder en las guerras mafiosas de Palermo, regresa a su hogar para trabajar de nuevo de agricultor y pastor.

    Es un libro anónimo en el que aparecen nombres reales y otros ficticios. Este asesino, que no llegó a pertenecer al 100% a la Familia de Palermo, la que perdió la guerra frente a los corleoneses de Totó Riina y Provenzano, no se arrepiente de nada. "Murió quien tenía que morir, quien se lo merecía". 

    Pero a la vez diferencia la mafia de honor -de la que dice formar parte- a la de la gente sin palabra, traicionera y depredadora representada por Riina, Provenzan, Liggio y Bagarella. La vieja Cosa Nostra sucumbe ante la falta de escrúpulos de los corleoneses cegados por la riqueza inmensa del tráfico de cocaína y heroína.


    Al protagonista, que no es un héroe ni un maldito, solo un muerto de hambre, que las pasa canutas, primero en la miseria de su cabaña de pastor y, luego, perseguido por los sanguinarios 'paletos y analfabetos' corleoneses, le salva la vida ser contratado por Nino Salvo.

    Es un libro excelente para conocer la mafia desde su escalón más bajo. Explica claramente cómo la familia de Corleone llegó a hacerse con el mando de la todopoderosa Cosa Nostra

    Habla del sanguinario Filippo Marchese, del loco Pino Greco, del iluso general Dalla Chiesa, del criminal Buscetta y de decenas de soldados y policías inmersos en una auténtica guerra en el centro de Sicilia.

    "Don Peppe Genco Russo (nacido en 1894, cuyo feudo era Mussomeli (Caltanisseta) y siempre a la sombra del importante mafioso Calogero Vizzini) debía tener por aquel entonces 56 años (...) 

    Él era diferente. Se veía que lo respetaban no por lo que tenía sino por lo que era, y el respeto es el tesoro más grande de la vida. Las mujeres, el dinero y la salud van y vienen. Pero cuando se pierde el respeto, ese ya no vuelve".


    Un jefe mafioso. "Me preguntó si tenía familiares policías o agentes de la circulación. Quería decir que un hombre puede ser honrado, pero si en su familia hay una manzana podrida nunca se sabe lo que puede pasar. 

    Luego me dijo que era pecado mortal follarse a la mujer, la hermana o la hija de un amigo. Follarse a la mujer de un hombre es como pegarle un tiro, y solo se dispara a los enemigos o a los extraños. A uno de los nuestros, jamás".


Hombre de honor

    "Quiso saber si era hombre de palabra.

-El que no tiene palabra no tiene nada: todo el mundo es libre de ser un hombre o un muñeco. Pero si no se tiene, no hay que darla. Cuidado con faltar a tu palabra. O la das de verdad o no la das".



La fiera, le encanta torturar


    "Gente como Michele Cavataio ('la fiera', nacido en 1920, despiadado jefe de Acquasanta, asesinado en la matanza de la avenida Lazio) me enseñaron a no hablar mal de los muertos. Pero él era un sanguinario, tenía mal fondo y se divertía haciendo ciertas cosas (...) 
    Un día vi bajar a Cavataio del coche hecho una furia porque otro automovilista no le había cedido el paso. Era un tipo con sombrero, parecía un empleado de banca. Tendría unos 50 años. Cavataio lo tiró al suelo, sobre la acera, y casi lo mata a patadas, y ni siquiera se sacó las manos  de los bolsillos del abrigo. Cuando se cansó, le escupió y le dijo que si le bastaba con eso".

De la miseria a la mafia

    "Me compré un coche, eso sí, un 600 azul en buenas condiciones. ¿Cómo podía explicar lo que significaba un coche para un hijo de campesinos que hasta hacía diez años dormía en el pesebre y comía cebollas con sal? (...) Había visto demasiada miseria en mi casa y en mi pueblo".
    
Matan al halcón

    "-¿Cómo está el Falco?

    Hablaba de Stefano Bontate. Sabía que algunos de sus amigos lo llamaban así. ¿Qué podía decirle yo? No tenía una relación muy directa con Stefano: mi jefe era Cosentino. 


    Pero oyéndole a él, a D'Agostino, a Teresi y a otros, había llegado a una conclusión: Stefano era una buena persona, serio, honrado, un verdadero hombre de honor. Y mi lema siempre había sido: no traicionarás".

    
Mejor no estudiar

    El capo Giusdeppe di Cristina. "-Stefano y yo tenemos estudios. ¿Lo sabías?

    -Sí.


    -Ese es el problema: hemos estudiado demasiado. Los leones acaban con los búfalos porque no han estudiado. Si ponen a estudiar a un león, ya no vale nada, y luego los chacales acabarán con él. 


    ¿Entiendes?

    
    -No.
    
    -Como los chacales son analfabetos se cagan en los libros. Mi padre y el padre de Stefano nos hicieron estudiar porque querían que fuéramos mejores que ellos. Se equivocaron, Giovannino: no nos pudieron hacer una faena mayor".

    "Por eso había muerto mi padre, porque se había quedado solo y los que le querían mal se creyeron que podían darle de palos sin consecuencias. La fuerza de un hombre es su valor; la fuerza de un viejo son sus hijos varones".



    "Los muertos ya no eran cualquier cosa. Antes los periódicos hablaban de 'ajustes de cuentas', frase que se usa cuando los muertos tienen antecedentes, aunque los disparos tengan por origen un asunto de cuernos o de tráfico. 

    Parecía que el asunto del fiscal Scaglione iba a ser algo aislado, pero poco a poco fueron cargándose al coronel Russo, al democristinano Reina, al juez Terranova, al capitán Basile, al diputado Mattarella (...)"



El futuro es de la gente sin escrúpulos

    "Al final siempre ganaban los que estaban dispuestos a todo: los hombres sin Dios, sin palabra y sin honor. Antes, los corleoneses eran muy pocos, un puñado de hombres. Pero poco a poco iban encontrando aliados y seguidores por todas partes. Y los que no estaban dispuestos a aliarse con ellos o a seguirlos acababan como Di Cristina".

    "Stefano Bontate era un hombre de honor, el último. Después de él no ha habido más que asesinos y vendedores de droga".

jueves, 19 de mayo de 2016

'Soles negros', de Ignacio del Valle: magnífica tetralogía del capitán Arturo Andrade

     
    Arturo Andrade ya es capitán. Acaba de regresar de Berlín, tras defenderla integrado en la Legión Azul, y como miembro de la inteligencia militar debe investigar el asesinato de una niña en un poblacho de Cáceres, en 1947.

    Esta es la cuarta aventura en la que Ignacio del Valle da vida a Arturo Andrade, exmiliciano rojo, reciclado para el régimen desde su participación en el cerco de Leningrado dentro de la División Azul

    Allí esmeró sus dotes de investigador mientras caían soldados españoles extrañamente asesinados. Fue en la fenomenal 'Silencio en la nieve' (originalmente 'El tiempo de los emperadores extraños'). 

    La tercera obra de Andrade es la genial 'Los demonios de Berlín'. En El País Semanal se puede seguir cada semana, como si de un folletín se tratara, una nueva aventura del inspector militar: 'Los días sin ayer'. En este caso, en 1946, en el Berlín liberado por los aliados. Muy buena y adictiva historia.


    En este caso, en 'Soles negros', al autor, que escribe de manera magistral, haciendo un estudio en profundidad de la psicología de sus personajes, se refleja la miseria de la posguerra en España. 

    En medio de un calor atroz y unas tierras extremeñas resecas y paupérrimas, los ya débiles maquis dan sus últimos coletazos y las delaciones están al orden del día.

    Andrade, y su compañero, el exdivisionario Manolete -personaje enorme-, deberán molestar a las altas instancias y a los terratenientes para descubrir el motivo de que una niña de 10 años aparezca semi-enterrada en la dehesa. La trata y abuso de huérfanas de padres rojos podría ser la causa.

Miseria, dolor y traición

    A partir de ahí, nos encontramos al más escéptico y desilusionado Arturo Andrade, asediado por sus múltiples demonios, pero obcecado por hacer cumplir la justicia, caiga quien caiga.

    Genial novela negra. Perfecta recreación de un país y unas gentes devastadas tras una guerra sanguinaria, fraticida y sin cuartel. Dura y sin concesiones. Andrade es una de las mejores creaciones de la novela negra española. Ignacio del Valle es un completo y verdadero maestro.

jueves, 5 de mayo de 2016

Los guardias civiles Vila y Chamorro regresan con 'Donde los escorpiones' de Lorenzo Silva

    Planeta de Libros ofrece en exclusiva el primer capítulo de 'Donde los escorpiones' la nueva (y novena) aventura de los guardias civiles Vila y Chamorro, creados por el genial Lorenzo Silva.

    La novela, que saldrá a la venta el 31 de mayo de 2016, se inicia con una trepidante operación policial en 'El Gallinero', el inframundo ubicado en el poblado chabolista de la Cañada Real.

    Al final, el subteniente Vila recibe una llamada del general Pereira que, previsiblemente, mandará a la pareja de guardias a Herat, a investigar el asesinato (aparece degollado) de un militar español destinado en la base de Herat, en Afganistán.

Irregular octava entrega, brillantes las siete primeras

    Espero que esta nueva aventura de estos carismáticos investigadores (en cerebral, a la vez que culto e impulsivo subteniente Vila, y la más pragmática y sensible, a la vez que dura sargento primero Chamorro) alcance las cuotas de calidad y poderío de 'El lejano país de los estanques' o 'La marca del meridiano', y no se quede en la insípida y plana 'Los cuerpos extraños'.

    Lorenzo Silva es, desde siempre, un seguro de calidad, profundidad en la trama y los personajes, un punto de crítica social y política, y amplia carga negra y de thriller.

    A disfrutar del avance a la espera del debut de la novela en las librerías el último día de mayo 2016.

martes, 3 de mayo de 2016

'Cómo matar a una ninfa', de Clara Peñalver: buena, pero ñoña

   
    Una novela muy bien escrita, con un punto de vista original y una voz muy auténtica. Entretenida y con carácter... pero ñoña. Porque la protagonista, dentro de su poderío, adolece de cursilería.

    No es que moleste, es que tanta melifluidad pierde la perspectiva de la historia: la caza del Asesino de la Hoguera, a quien Ada, la investigadora bautiza como 'Hogi'. Tanto abuso del diminutivo llega a ser cansino. También se repiten escenas típicas y tópicas que nada aportan a la historia.

    Aunque la trama de misterio está muy bien trazada y desarrollada. El interés, así como la tensión, se mantienen, pese a algunos pasajes que, si no se leen, tampoco pasa nada porque nada aportan.

    Son los que se olvidan de la investigación y se centran en la vida de Ada Levy, la joven reportera motera, además de ayudante del investigador privado -y dueño de una pizzería- Enrico, con un oscuro pasado en la lucha antimafia de Nápoles.

    Vale la pena conocer las andanzas de Ada, pese a la ñoñería que impregna su vida social. (Ada, Cristina y Susana son tres amigas a las que popularmente se conoce como 'El Trío La-la-la' o 'Las Locas'...yuhuuu... apartarse que salimos en trombaaaa... y nos unimos para salir "de caza" por los bares de moda y tal...)