jueves, 30 de agosto de 2018

'Visitation Street': muy bien escrita, pero lenta y carente de pasión

    Aunque la novela está muy bien escrita, de manera original y diferente, no me ha enganchado. La he dejado en la página 80 tras cansarme de su lentitud y de sus personajes tan decadentes -por no decir tétricos o peripatéticos.

    Y es que la vida en Red Hook, un barrio costero de Brooklyn, no es fácil, es triste, gris y tremenda. Sobre todo a partir de un hecho que conmoverá a todos sus habitantes.

    Pena me da 'El Maestro', un músico alcohólico que parece alelado; el pobre vendedor paquistaní que todo el día invita y dirige su propio periódico de cotilleo de la zona; Val, la quinceañera que no se acuerda de nada; o Cree, el joven jamaicano que guarda una destartalada barca de su padre en dique seco. 

    Es un libro que carece de alma, le falta calor. Todo es muy frío y penoso. Todo transcurre como en un tráveling lento y farragoso. Admito que la escritora es muy buena, pero es que prefiero las películas de los Hermanos Coen antes que las de Kiarostami.

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