Mis autores preferidos de novela negra y policiaca, acompañados de sus criaturas, los detectives e investigadores más escépticos y duros a la vez tiernos.
sábado, 20 de mayo de 2017
'Besar al detective', de Élmer Mendoza: bestialmente buena, imprescindible
"No te entiendo, Zurdo Mendieta, primero me traicionas y después me sacas del infierno, ¿qué pretendes? Fue divertido, ¿no? Cabrón, ¿no has visto cómo estoy? Dicen que yerba mala nunca muere. Falso, a todos nos va a llevar la chingada. Samantha Valdés, no sé por qué te apoyé en esta madre, tengo claro que no quiero tener tratos contigo, que jamás seré de tu gente, que me cae de a madre lo que haces. No exageres, Zurdo Mendieta, ni tu vida no la mía son lineales, nos movemos al son que nos tocan, a poco no. Aunque no me guste, reconozco que de vez en cuando bailamos la misma pieza".
Muy buena. Potente. Poderosa. Intrigante. Conmovedora. Descarnadamente brutal... como la vida misma. Esta es una novela sin concesiones, sincera, cruda y directa. Nos enamoraremos de la inocencia, realismo y humanidad del detective de Cualiacán Edgar 'Zurdo' Mendieta, al servicio de un Estado fallido, el mexicano, y con peligrosas amistades, como la capisa del temible y todopoderoso Cartel del Pacífico, Samantha Valdés.
"Saliendo de la clínica Quiroz lo interceptó. Zurdo, no me salgas con que la ciudad es un infierno y están haciendo lo posible, ¿qué es lo que pasa realmente? Cagatinta, desde hace tiempo este país es un tumor a punto de reventar, me encantaría llorar contigo, ir a tu programa y quejarme amargamente, pero no loo haré, eso le corresponde a otros".
No hay buenos ni malos. Hay malos con parte de bueno y buenos con parte de malo. Hay mucho gris. La gente trata de sobrevivir en un juego loco de encarnizadas peleas por el poder, traiciones, alianzas contra los adversarios, sobornos... Un mundo en pleno movimiento y destrucción que, sin embargo, jamás se destruye, solo se transforma. Y la violencia cada vez campa más a sus anchas.
Amor y sexo también hacen su aparición como si fueran la única salida temporal a la inevitable e inexorable muerte.
Muy buenos son los libros de Mendoza sobre 'El Zurdo', servidor de la ley alejado de los corruptos, pero que, por cosas de la vida, acaba junto a ellos. Es un tipo agraciado, que vive solo, que come a deshoras, con un punto de socarronería, valiente, inocente y que ama el buen rock estadounidense, ese que escucha a todas horas en su carro Jetta.
"Un hombre que mata debe saber hacerlo consigo mismo". "(...) es absurdo morir de estrés cuando se podría morir tranquilamente de un balazo".
Imprescindible y totalmente adictivo.
PD: Hay bastante lenguaje de jerga mexicana y una narración de corrido que, sin embargo, no echan atrás, todo lo contrario, enganchan hasta límites insospechados. Lo que actualmente ocurre en el país centroamericano se refleja a la perfección en la saga-serie de Élmer, sabio escritor, repleto de filosofía y, pese a todo, humor y ganas de exprimir la vida hasta el último aliento. Órale!!!
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