"Yo -prosiguió luego don Mariano- tengo cierta práctica del mundo; y eso que llamamos Humanidad, y nos llenamos la boca diciendo Humanidad, bella palabra henchida de viento, la divido en cinco categorías: los hombres, los medio hombres, los hombrecillos, los (hablando con respeto) que toman por el trasero y los capones...
Los hombres, poquísimos; los medio hombres, pocos; y ya me conformaría con que la Humanidad se parase en los medio hombres...
Pero no, aún va más abajo, hasta los hombrecillos: que son como niños que se creen mayores, micos que hacen los mismos gestos que los hombres...
Y más bajo aún: los que toman por el trasero, que ya van formando un ejército...
Y, por último, los capones: que deberían vivir como los patos en las charcas, pues su vida no tiene más sentido ni más expresión que la de los patos... Usted, aunque me clave en esos papeles como un Cristo, es un hombre...
-Usted también -dijo el capitán con cierta emoción."
'El día de la lechuza', de Leonardo Sciascia, es una novela breve con alta carga de filosofía. Te hace pensar. La reflexión nos lleva a lo más profundo del alma humana. El bien y el mal pugnan por vencer en un duelo desigual.
Estamos en la Sicilia dominada por la mafia (aunque todo el mundo asegura que la mafia no existe) en la que cualquier crimen se justifica por los supuestos 'cuernos' del autor. Un mundo donde la verdad es inaccesible. Un lugar donde los valores están boca abajo. Los buenos son malos y los malos triunfan.
Esta deliciosa obra del genio de Regalpetra (universo místico creado por él mismo), ahonda en el alma humana. Habla de muerte, celos, mentiras, delaciones, miedo y falsedad. Porque en el espacio que domina la mafia la ética adolece de belleza. El pragmatismo y los favores lo son todo. Y de allí nace la delincuencia y ser impune.
La titánica lucha del inmaculado y norteño capitán de carabinieri de Parma, destinado a la pequeña localidad siciliana de C., por arrestar a los autores de dos crueles asesinatos es la base de esta parábola sobre la vida y la muerte, la lealtad y la traición, los valores y la codicia.
Magistral la sabiduría de Sciascia, en una novela negra negrísima con alta carga de pensamiento, con reflexiones profundas y acciones deleznables.
Al final, el capitán Sísifo deberá admitir que las hormigas poco pueden hacer ante el elefante político-mafioso. Pero algo de luz sí nos queda al final de esta lucha de la ley contra los decálogos de la Mafia.
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