'Un tío con una bolsa en la cabeza' no es el mejor libro del genial Alexis Ravelo. Todo lo que toca, crea, en novela negra, lo convierte en oro. Pero en este caso, a la historia, ya de por sí original e interesante, le falta ritmo.
Sí se mantiene la tensión, y sí, queremos saber porque el todopoderoso alcalde de San Expósito, un émulo de Jesús Gil con más clase y formación académica, acaba en su casa con una bolsa de basura en la cabeza. Y el propio protagonista, Gabrielo, el hijo de Juan 'el albañil', también lo quiere saber.
Y por eso empieza una lucha titánica por su vida, mientras repasa sus inicios de la mano del capo forrado del pueblo, su ascensión en política, las tramas corruptas, las traiciones, las mujeres de su vida, su familia...
Pero, para mí, es demasiado monólogo interior, es demasiado poco ritmo, es falta de acción, diálogos, etc. Siendo otra joyita de Ravelo, no es el estilo o trama que más me enganchan.
Siempre me quedaré con las obras maestras que son 'La estrategia del pequinés', 'La ceguera del cangrejo', 'La última tumba' y 'Las flores no sangran'.