'Regalo de la casa', de Juan Madrid, es una obra imprescindible para los auténticos amantes de la novela negra, negrísima. Es la tercera de la serie del detective privado sin licencia Toni Romano, y un verdadero deleite para los cinco sentidos.
Mejora las dos primeras novelas de la ya archifamosa saga del escritor malagueño que, en pleno año 86, nos introduce en un Madrid cañalla con coletazos de franquismo, pero que despierta a una libertad y un libertinaje sin igual.
La visita de un antiguo compañero de mili de Romano, Luisito Rosales, excomunista metido a potentado de una gran empresa nacional, pondrá en marcha un mecanismo de corrupción, muertes, palizas y mujeres fatales con un desenlace inesperado y oscuro.
Lo mejor de la novela son sus personajes, a medio camino entre Lazarillo de Tormes y otros pícaros patrios, y los seres marginales de las películas de Eloy de la Iglesia.
Y el romántico perdedor de buen corazón, incorruptible de Romano, expolicía y exboxeador, metido a cobrador de morosos e investigador de un extraño suicidio. Todo ello entre el barrio chino madrileño y la zona más rica de la ciudad.
Una obra genial. Un nuevo zapatazo a las gónadas y a la conciencia de cada cual. Buenísima e imprescindible.
Mis autores preferidos de novela negra y policiaca, acompañados de sus criaturas, los detectives e investigadores más escépticos y duros a la vez tiernos.
martes, 29 de octubre de 2019
miércoles, 23 de octubre de 2019
'Tiempo de alacranes', de Bernardo Fernández: ¡novelón!
'Tiempo de alacranes', de Bernardo Fernández (Bef), es un novelón. En la línea de las obras maestras sobre el narco firmadas por Élmer Mendoza o Jordi Soler.
Esta road movie por el norte de México es muy oscura y sangrienta. Y va de perdedores. De un sicario malandro que quiere dejarlo, pero no se lo permiten (El Güero), y de tres amigos, dos de ellos hijos de narcos (una morrita blanca), y un excombatiente de la guerra yugoslava.
Los secuestros y palizas tienen su espacio. Queda en manos de un policía corrupto, Tamés, y de su acompañante, 'El Gordo', pareja desquiciada que protagonizará escenas a lo 'Tarantino'.
Además, hay drogas y corrupción hasta decir basta. La vida no vale un céntimo de euro. Pero es entrañable ver cómo un viejo lobo de mar, como es 'El Güero', se enternece con pequeños detalles, esos que nos hacen humanos. 152 páginas de pura dinamita.
El final es perfecto. Con la antesala de una cacería brutal y una conclusión agridulce. 'Tiempo de alacranes' es una a obra imprescindible.
Despliega un lenguaje coloquial mexicano en algunos pasajes que la hacen más rica y encantadora. Es un auténtico puñetazo al corazón y a las gónadas.
lunes, 21 de octubre de 2019
'La última viuda', de Karin Slaughter: poderoso thriller
'La última viuda', de Karin Slaughter, es un buen thriller con una buena historia. La trama está trabajada, aunque la idea que sostiene ha sido mil veces usada. Sin embargo, la autora de 'best sellers' le da una vuelta de tuerca.
El principio de la novela es lo mejor. Porque la apacible vida de la doctora Sara Linton y el agente Wilbur 'Will' Trent se verá trastocada totalmente tras oír desde su casa dos fuertes explosiones.
A partir de aquí se inicia una frenética historia en la que destaca la maestría de la escritora estadounidense por el ritmo y la vertiginosa acción.
Lo que le sucederá a Sara será terrible, mientras que Will intentará infiltrarse en una peligrosa banda.
De por medio hay racismo, odio, guerra bacteriológica, pederastía, robos de bancos, secretos del FBI y una tenaz lucha por la supervivencia desde las montañas de Carolina del Norte.
La verdad es que sin ser un clásico es una novela que atrapa y que cuenta con escenas de gran carga emocional. Una pelea entre el bien y el mal, en un mundo plagado de malos, y en el que los buenos no están seguros de casi nada.
Buenos personajes en un poderoso thriller que tal vez solo chirría un poco al final, lo que no es óbice para engullir con voracidad esta tremenda historia.
El principio de la novela es lo mejor. Porque la apacible vida de la doctora Sara Linton y el agente Wilbur 'Will' Trent se verá trastocada totalmente tras oír desde su casa dos fuertes explosiones.
A partir de aquí se inicia una frenética historia en la que destaca la maestría de la escritora estadounidense por el ritmo y la vertiginosa acción.
Lo que le sucederá a Sara será terrible, mientras que Will intentará infiltrarse en una peligrosa banda.
De por medio hay racismo, odio, guerra bacteriológica, pederastía, robos de bancos, secretos del FBI y una tenaz lucha por la supervivencia desde las montañas de Carolina del Norte.
La verdad es que sin ser un clásico es una novela que atrapa y que cuenta con escenas de gran carga emocional. Una pelea entre el bien y el mal, en un mundo plagado de malos, y en el que los buenos no están seguros de casi nada.
Buenos personajes en un poderoso thriller que tal vez solo chirría un poco al final, lo que no es óbice para engullir con voracidad esta tremenda historia.
lunes, 7 de octubre de 2019
'Todo lo que muere', de John Connolly: pura dinamita de la mano del detective Charlie Parker 'Bird'
"Ollie era un entusiasta de al comida tailandesa y, como la mayoría de los prófugos, seguía fiel a sus hábitos incluso durante la fuga. La gente no cambia mucho, y gracias a eso los tontos son, por lo general, los más fáciles de encontrar".
'Todo lo que muere', de John Connolly, es una novela negra intensa, repleta de acción, suspense y oscuridad, y con una trama de la novela policíaca más clásica.
"Lee detestaba las palabras malsonantes y sistemáticamente repetía a su marido que solo los patanes recurrían al lenguaje soez. Walter acostumbraba a contraatacar aduciendo que, en una ocasión, Wittgenstein blandió un atizador durante una discusión filosófica, prueba irrefutable, desde su punto de vista, de que a veces el discurso erudito no posee la expresividad suficiente ni siquiera para las metes más preclaras".
La primera obra de la serie sobre el detective Charlie Parker 'Bird' es pura dinamita. Una historia tremenda y sin concesiones en la que se mezclan sucesos místicos y paranormales.
"Ya no creemos en el mal, sino solo en actos malvados que pueden explicarse mediante la ciencia de la mente, El mal no existe, y creer en él es sucumbir a la superstición, como cuando uno mira debajo de la cama por la noche o tiene miedo a la oscuridad. Pero hay individuos para quienes no encontramos respuestas fáciles, que hacen el mal porque son así, porque son malvados".
Bird, atormentado detective de la policía de Nueva York, perderá a su familia a manos de lo que parece ser un asesino en serie salvaje y despiadado. A partir de ahí le llegará el declive, a la vez que un nuevo trabajo como detective privado. Será cuando la mafia y El Viajante se cruzarán de nuevo en su vida.
"-¿Una amiga? -preguntó Brillaud.
-Mi médica -contesté-. Padezco un síndrome de escasa tolerancia. Ella tiene la esperanza de que dentro de unos años aprenda a hacer frente a la curiosidad ajena.
Brillaud se sorbió ruidosamente la nariz pero no abrió los ojos".
La filosofía de vida, los pensamientos profundos, el cinismo más absoluto y el estoicismo más auténtico se dan la mano en esta trama, dominada por la violencia más absoluta.
"Y recordé algo que un timador llamado Saul Mann me había dicho una vez en Portland, algo que me parecía importante, y sin embargo, no podría recordar por qué.
No puedes marcarte un farol son alguien que no está prestando atención".
Los protagonistas, Bird, y dos de sus amigos de los bajos fondos (una pareja perfecta formada por el macarra Ángel y su novio el asesino a sueldo Louis), junto a la psiquiatra Rachel Wolfe, son el polo perfecto para los sucesos más oscuros, sangrientos e inexplicables. Todo ello, en una atmósfera de tensión continua y que nos dejará sin respiración.
De verdad que ha habido momentos que el libro me ha dejado sin aliento. Hay escenas memorables como cuando Louis, que es negro, acude con Bird a casa del mafioso racista de Nueva Orleans. O cuando Bird acude a una casa abandonada a la búsqueda de la mujer desaparecida. O lo que ocurre en la vivienda de la vidente negra.
Esta serie es una bomba de relojería. Y Bird, uno de los mejores personajes de lo negro, un actualizado Marlowe o Lew Archer, un protagonista, con su lado malvado, al que persigue el mal de ojo. El humor negro es otra de las bazas de esta antológica creación literaria.
'Todo lo que muere', de John Connolly, es una novela negra intensa, repleta de acción, suspense y oscuridad, y con una trama de la novela policíaca más clásica.
"Lee detestaba las palabras malsonantes y sistemáticamente repetía a su marido que solo los patanes recurrían al lenguaje soez. Walter acostumbraba a contraatacar aduciendo que, en una ocasión, Wittgenstein blandió un atizador durante una discusión filosófica, prueba irrefutable, desde su punto de vista, de que a veces el discurso erudito no posee la expresividad suficiente ni siquiera para las metes más preclaras".
La primera obra de la serie sobre el detective Charlie Parker 'Bird' es pura dinamita. Una historia tremenda y sin concesiones en la que se mezclan sucesos místicos y paranormales.
"Ya no creemos en el mal, sino solo en actos malvados que pueden explicarse mediante la ciencia de la mente, El mal no existe, y creer en él es sucumbir a la superstición, como cuando uno mira debajo de la cama por la noche o tiene miedo a la oscuridad. Pero hay individuos para quienes no encontramos respuestas fáciles, que hacen el mal porque son así, porque son malvados".
Bird, atormentado detective de la policía de Nueva York, perderá a su familia a manos de lo que parece ser un asesino en serie salvaje y despiadado. A partir de ahí le llegará el declive, a la vez que un nuevo trabajo como detective privado. Será cuando la mafia y El Viajante se cruzarán de nuevo en su vida.
"-¿Una amiga? -preguntó Brillaud.
-Mi médica -contesté-. Padezco un síndrome de escasa tolerancia. Ella tiene la esperanza de que dentro de unos años aprenda a hacer frente a la curiosidad ajena.
Brillaud se sorbió ruidosamente la nariz pero no abrió los ojos".
La filosofía de vida, los pensamientos profundos, el cinismo más absoluto y el estoicismo más auténtico se dan la mano en esta trama, dominada por la violencia más absoluta.
"Y recordé algo que un timador llamado Saul Mann me había dicho una vez en Portland, algo que me parecía importante, y sin embargo, no podría recordar por qué.
No puedes marcarte un farol son alguien que no está prestando atención".
Los protagonistas, Bird, y dos de sus amigos de los bajos fondos (una pareja perfecta formada por el macarra Ángel y su novio el asesino a sueldo Louis), junto a la psiquiatra Rachel Wolfe, son el polo perfecto para los sucesos más oscuros, sangrientos e inexplicables. Todo ello, en una atmósfera de tensión continua y que nos dejará sin respiración.
De verdad que ha habido momentos que el libro me ha dejado sin aliento. Hay escenas memorables como cuando Louis, que es negro, acude con Bird a casa del mafioso racista de Nueva Orleans. O cuando Bird acude a una casa abandonada a la búsqueda de la mujer desaparecida. O lo que ocurre en la vivienda de la vidente negra.
Esta serie es una bomba de relojería. Y Bird, uno de los mejores personajes de lo negro, un actualizado Marlowe o Lew Archer, un protagonista, con su lado malvado, al que persigue el mal de ojo. El humor negro es otra de las bazas de esta antológica creación literaria.
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