Mis autores preferidos de novela negra y policiaca, acompañados de sus criaturas, los detectives e investigadores más escépticos y duros a la vez tiernos.
martes, 30 de agosto de 2016
'Los muertos viajan deprisa', de Nieves Abarca y Vicente Garrido: tormentoso y sangriento
Mira que es buena esta novela negra, en la que un sonado, al que la prensa llama el 'Fantasma', se carga a escritores de novela negra en las semanas de novela negra de Gijón y A Coruña.
Tras la negritud de la trama, donde casi todos mueren, mienten o son farsantes, subyace una crítica, entre directa e irónica, al mundo de los artistas, en general, y a los escritores de novela policíaca, en particular. A su ego y su soberbia, principalmente.
"La vanidad es el pecado favorito del Diablo". Podría resumirse así, tal y como aparece en la introducción de uno de los capítulos finales.
Una parte final que estuve apunto de no leer, ya que, cuando apenas falta un centenar de páginas, se descubre quién es el asesino, una de las bazas que hasta el momento ha mantenido en máxima tensión al lector.
Sin embargo, las subtramas que le siguen -y el apoteósico final- son igual de absorbentes que el resto del libro. Una muy buena novela negra que hay que leer, sí o sí.
Hay acción, hay asesinatos más que salvajes, venganzas desde el más allá, disparos, sangre, vanidad de vanidades, sexo, psicópatas, corruptos, etc.
En definitiva, es una historia variopinta, tanto en personajes como en puntos de vista, y argumentos principales, secundarios y de tercer orden. Muy rico en todo. Muy buen libro. Tormentoso y desasosegante.
El final es potente, poderoso y hasta provoca taquicardias. Viva la inspectora Valentina Negro!!!
miércoles, 24 de agosto de 2016
'Los ángeles de hielo', de Toni Hill: quieres que se acabe
'Los ángeles de hielo', de Toni Hill, es una novela entre terrorífica y negra. El primer capítulo es brutal, impactante y salvaje. Luego, solo quieres conocer al criminal. Y saber si es un espíritu o un simple terrícola cabreado.
Ambientada entre los años 1910 y 1920 es una novela al estilo gótico, de los cuentos de E. T. A. Hoffmann, o de Lovecraft, o de Allan Poe.
La verdad es que no puedes parar de leerla, aunque le echo en falta unas dosis más terror. Lo que empieza siendo 'El orfanato' se acaba convirtiendo en 'Alguien voló sobre el nido del cuco', pero con menos gracia.
La calidad narrativa de Hill continúa incólume, alejándose, eso sí, de la perfección que significaron sus dos primeros libros, obras maestras: 'El verano de los juguetes muertos' y 'Los buenos suicidas'.
Es una novela de crímenes extraños e inexplicables que enganchan y que te obligan a seguir la historia hasta el final. Un final que podría haber sido mejor, pero no por ello menos inquietante.
Mola. Toni Hill es uno de los buenos. Uno de los nuestros.
domingo, 14 de agosto de 2016
'Giley', de Julián Ibáñez: muy intensa
'Giley', de Julián Ibáñez, es una novela negra desasosegante e intensa, muy intensa. En un monólogo interior de largo recorrido, el inspector contra el Juego de Puertollano deberá enfrentarse a una trama de trata de blancas y juego ilegal.
Un trabajo complicado si se tiene en cuenta que el policía es propietario de uno de los más importantes garitos de timbas ilegales de Ciudad Real.
Entre medias aparecerán agentes de la Guardia Civil implicados en redes de prostíbulos, prostitutas liadas con policías y macarras, gitanos dueños de burdeles y señoritos responsables de negocios de extorsión y explotación sexual.
La verdad es que es una obra diferente, muy aconsejable por lo tétrico de los personajes y el decadente ambiente que se respira en Puertollano.
La historia es negra, negrísima, de las que te llegan al corazón y te descolocan. Hay escenas muy duras y violencia a raudales. Ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos.
miércoles, 10 de agosto de 2016
'El arrecife del escorpión', de Charles Williams: una de las novelas negras imprescindibles
"Era el ser humano más desconcertante que había encontrado en mi vida y de alguna manera sabía que, aunque navegáramos juntos alrededor del mundo durante el resto de nuestras vidas, los dos solos, estaría tan lejos de entenderlo el último día como el primero. Era totalmente frío, carecía por completo de conciencia y, pese a eso, casi te gustaba. Por qué, no lo sé".
'El arrecife del escorpión', de Charles Williams, es muy grande. Una novela negra como las de antes. Clásica y cargada de suspense. Tiene el aroma de 'El sueño eterno' o de 'El halcón maltés'.
Gran trabajo el realizado por Medianoche Editorial a la hora de recuperar la maestría de Williams en un trabajo repleto de lo más negro de la novela negra clásica.
"Él mismo lo había dicho. La brutalidad gratuita es para los idiotas. Él era un profesional y solo era brutal cuando le convenía. ¿Por qué regalar lo que se podía vender?"
Aparece la mafia, una mujer fatal, un timador, un buceador en horas bajas, un tesoro en medio del mar, unos marinos mercantes, etc. Todo ello dorado por el aroma de Florida y sus cayos, espacio más que adecuado para el desarrollo de esta historia con violencia, dinero, sexo y mentiras.
El final, inesperado, pone el colofón a un pedazo de libro que nada tiene que envidiar a Chandler o Macdonald.
Es un título imprescindible entre el top 50 de las mejores obras policíacas y de suspense. Hay que leerlo, sí o sí.
'El arrecife del escorpión', de Charles Williams, es muy grande. Una novela negra como las de antes. Clásica y cargada de suspense. Tiene el aroma de 'El sueño eterno' o de 'El halcón maltés'.
Gran trabajo el realizado por Medianoche Editorial a la hora de recuperar la maestría de Williams en un trabajo repleto de lo más negro de la novela negra clásica.
"Él mismo lo había dicho. La brutalidad gratuita es para los idiotas. Él era un profesional y solo era brutal cuando le convenía. ¿Por qué regalar lo que se podía vender?"
Aparece la mafia, una mujer fatal, un timador, un buceador en horas bajas, un tesoro en medio del mar, unos marinos mercantes, etc. Todo ello dorado por el aroma de Florida y sus cayos, espacio más que adecuado para el desarrollo de esta historia con violencia, dinero, sexo y mentiras.
El final, inesperado, pone el colofón a un pedazo de libro que nada tiene que envidiar a Chandler o Macdonald.
Es un título imprescindible entre el top 50 de las mejores obras policíacas y de suspense. Hay que leerlo, sí o sí.
domingo, 7 de agosto de 2016
'El caso Galton', de Ross Macdonald: genuino sabor a clásico
"-Me sorprende, Lew. No creí que podría afligirlo de esa manera. Le gente dice que usted es capaz de detener el viento para que no se enfríe la oveja trasquilada.
-Pero las puñaladas que usted le aplicó a Culligan no tienen parecido con las actitudes de las ovejas.
-Tenía que matarlo. Usted no parece no haberlo comprendido".
'El caso Galton', de Ross Macdonald, es una historia oscura con genuino sabor a clásico. Aunque el detective privado Lew Archer no sea al auténtico tipo duro que aparece en otras novelas de Macdonald, sí recibe de palos, como no podría ser de otra manera.
La investigación sobre la desaparición del rico heredero 20 años atrás permitirá que aflore a la superficie un mundo de mentiras, robos, extorsiones y violencia. Anthony Archer abandonó su hacienda en Santa Teresa con una joven mujer de clase baja, empeñado en ser artista...y nunca más se supo.
Por ello, Archer viajará a Chicago, Los Ángeles y Ontario en busca de alguien que aún puede estar vivo o no, con el objeto de heredar la inmensa fortuna de los Galton.
Sexo, balas, envidia y falsedad se mezclan en un vigoroso cóctel como solo el genio de Ross Macdonald podría elaborar, en un libro muy recomendable, aunque algo alejado de la brillantez de 'El blanco móvil'.
Sello de calidad de la novela negra más genuina y auténtica. No defraudará su final.
-Pero las puñaladas que usted le aplicó a Culligan no tienen parecido con las actitudes de las ovejas.
-Tenía que matarlo. Usted no parece no haberlo comprendido".
'El caso Galton', de Ross Macdonald, es una historia oscura con genuino sabor a clásico. Aunque el detective privado Lew Archer no sea al auténtico tipo duro que aparece en otras novelas de Macdonald, sí recibe de palos, como no podría ser de otra manera.
La investigación sobre la desaparición del rico heredero 20 años atrás permitirá que aflore a la superficie un mundo de mentiras, robos, extorsiones y violencia. Anthony Archer abandonó su hacienda en Santa Teresa con una joven mujer de clase baja, empeñado en ser artista...y nunca más se supo.
Por ello, Archer viajará a Chicago, Los Ángeles y Ontario en busca de alguien que aún puede estar vivo o no, con el objeto de heredar la inmensa fortuna de los Galton.
Sexo, balas, envidia y falsedad se mezclan en un vigoroso cóctel como solo el genio de Ross Macdonald podría elaborar, en un libro muy recomendable, aunque algo alejado de la brillantez de 'El blanco móvil'.
Sello de calidad de la novela negra más genuina y auténtica. No defraudará su final.
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