-¿Por
qué escribir una novela negra, tras la exitosa y ya clásica '¿Queridos mallorquines?
(1997)', de una temática totalmente diferente?
“Queridos
mallorquines” fue un reto que me propuso el editor más importante de Mallorca y
luego, cuando leyó el original, me dijo: “Si yo publico esto no me subvencionan
más en lo que me queda de vida.” No lo publicó, claro. Y volviendo a la novela
negra. Yo toda mi vida he escrito novela negra pero las circunstancias me han
llevado por otros derroteros. Es gracioso que me hayan editado más de 15 libros
y ninguno de serie negra. ZOILO POLLÉS es el primero, y el primero a nivel
nacional.
-¿En
qué escritores y protagonistas de novela negra se inspiró a la hora de crear
'Zoilo Pollès'?
Nunca
me he basado en ningún escritor para escribir una novela, por eso el que ha
leído una novela mía reconoce enseguida mi forma de hacerlo. La historia de
Zoilo es mía pero el personaje existe. Es un amigo que ya no es amigo, y que es
un Zolio Pollés cualquiera.
-¿Quién
es Zoilo Pollès? ¿Cómo definiría a su personaje?
Zoilo
Pollés es un personaje muy de hoy en día. Es un producto de la sociedad en que
vivimos, que ni es malo ni bueno, y que puede ser capaz de hacer cosas muy
malas, pero lo peor de todo, es que en alguna ocasión nos gustaría ser como él.
-Lew
Archer, Philip Marlowe, brigada Vila, Harry Bosch, Toni Carpintero, Charlie
Parker 'Bird', Pepe Carvalho, inspector Méndez..., ¿por qué llamarlo Zoido
Pollés? ¿Se asemeja a algún personaje de la novela negra actual?
Zoilo
los ama a todos pero no es como ellos porque carece de código de honor, pero
seguramente a todos ellos les hubiera encantado conocerlo.
-¿En
torno a qué gira la trama?
Es
la parte oscura de la vida, la que no enseñamos pero que ahí está para
jodernos, porque aunque sea lamentable, somos más malos de lo que creemos.
Zoilo es un facha que se ha engañado todo la vida creyéndose comunista. Lo deja
su mujer y no se entiende con sus hijos, pero él tiene que seguir adelante como
sea, y elige el camino equivocado... o no equivocado
-La
novela negra sirve para realizar una crítica social al mundo actual. ¿Cuánto de
crítica hay en su libro?
El
que conoce lo que escribo sabe que todo es crítica, y Zoilo no podía ser una
excepción. Toda la novela es crítica de lo que estamos viviendo.
-¿Con
qué elementos cuenta la novela para enganchar a los amantes del género?
Lo
único que puedo decir es que si alguien se atreve a empezar a leer a Zoilo no
podrá dejarlo.
-¿Qué le ha comentado la gente que ha leído el libro?
No
dejo de recibir críticas buenas y más buenas. Pero lo más importante es que me
dicen que cuando empiezan a leerlo no pueden dejarlo. Algo pasa con Zoilo.
Quizá tenga razón la frase publicitaria del libro: Necesitábamos un personaje
como Zoilo Pollés.
Zoilo
hubiera colaborado con ellos sin lugar a dudas, aunque en el fondo los odiara
por lo ricos que son. Él tiene sus ideas comunistas como su abuelo, pero en la
práctica es un tipo que le gusta la buena vida y el lujo.
-Si
la hubiera escrito en catalán, ¿se podría haber editado en un sello balear?
Sin
lugar a dudas. Si eres malo o bueno escribiendo, pero escribes en catalán, la
Conselleria de Cultura o Institut d'Estudis Baleàrics te publican porque a los
mallorquines catalanistas independentistas les interesa mucho que se publique
en catalán, aunque lo lean cuatro. Por eso todos los libros en catalán están
subvencionados. Es una vergüenza. ¡Si lo supieran los de VOX! Pero que conste
que yo no estoy en contra del catalán, pero sí estoy en contra de su imposición.
-¿Qué
opina del autopublicado?
Me
parece bien, aunque no es lo mío porque a mí siempre me han publicado. Pero
considero que es una salida para los jóvenes escritores a los que las
editoriales no les dan juego. De todas formas, lo repito, si escribes en
catalán bien o mal, en Mallorca publican tu obra. No es el caso de Zoilo
Pollés, que es en castellano y que no existiría si Grupo Tierra Trivium, una de
las editoriales con más futuro de este país, no hubiera creído en él.
-¿Es
difícil que te editen un libro?
No
es difícil, es lo siguiente. Los jóvenes actuales lo tienen mucho peor que los
de antes. Ahora que te editen un libro es una tarea casi imposible, y eso es
muy triste. Los políticos siempre hablan de lo mismo, pero nunca lo hacen de
Cultura. Deberían hablar de los jóvenes que se quieren dedicar al Arte en
general. Ellos también necesitan ayuda porque son la vida de la sociedad, y eso
a los políticos les suena a chino.
-Cuando
hablan de usted en Internet le consideran el último director de cine independiente. Pero aparte de esto, admiran su valentía de seguir haciendo un cine
independiente sin subvención alguna y en castellano en una Isla que premia el uso del catalán.
¿Por qué no hace cine subvencionado en esta lengua?
Mi
padre era de la FAI y yo he heredado su anarquismo. Si para hacer cine lo tengo
que hacer en catalán por cojones, seguiré haciendo cine independiente con dos
duros (euros) en castellano. Es diferente si alguien me ofreciera dirigir una
película u obra de teatro en catalán. Entonces sí aceptaría sin ningún problema,
pero no por imposición. Una de las cosas por las que admiro a este país es por
su riqueza de lenguas; no tenemos porqué ser iguales.