lunes, 19 de octubre de 2015

'Cuatro días de enero', de Jordi Sierra i Fabra: poderosa, bella, sensible y dura

 
     'Cuatro días de enero', de Jordi Sierra i Fabraes una novela negra poderosa, bella, sensible y dura. 

    Perfectamente escrita, describe a unos personajes perdidos, sin futuro, con un presente terrible, pero que luchan hasta el final repletos de una extraña e inexplicable fuerza descomunal, casi inhumana.

    A punto de entrar las tropas franquistas en Barcelona, ya no hay políticos ni fuerzas del orden en una ciudad donde los cadáveres campan a sus anchas sin enterrar en plena calle como si se tratara de perros rabiosos ejecutados. Y es lo más normal del mundo. Ni esperanza ni compasión. Sentimientos cero.

    A pesar de esto, el inspector Miquel Mascarell se niega a abandonar su vacía y destrozada comisaria donde se presenta una madre desesperada, exprostituta, detenida anteriormente por el policía, al que le ruega que busque a su hija de 16 años desaparecida unos días antes.

    Es cuando Mascarell, con solo sdos balas en el cargador de una pistola que jamás ha disparado, empieza a investigar, lo que le lleva a unas torres en la parte alta y rica de Barcelona donde industriales fascistas, regresados a la ciudad, organizan orgías descontroladas con chicas muy jóvenes. 

    Este descubrimiento, en un entorno hundido, triste y gris, plagado por el hambre y el hastío de tres años de guerra y miseria, hará que Mascarell, derrotado, hambriento y desesperanzado, se convierta en la última barrera entre la razón y la locura de unos potentados que solo esperan la entrada de los nacionales para tomarse la justicia por su mano.

    Narrativa ágil y poderosa, una historia terrible, un ambiente decadente, unos personajes psicológicamente muy bien construidos, unos hechos dolorosos... 

    Melancolía i poesía dominan una Barcelona derrotada, perdida y sin valores éticos ni morales después de más de 1.000 días de un combate cruel y sin concesiones.

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