Si bien algunos mecanismos de la novela pueda parecer repetitivos, no en vano es la cuarta de la serie sobre el inspector Mascarell, en esta ocasión Jordi Sierra i Fabra riza el rizo.
Incorpora a la trama a los nazis que esquilmaron las principales obras de arte de Europa y que, recalando en Barcelona, intentan escapar a Brasil para ser acogidos por los 'SS' allí exiliados.
Además, Mascarell, antiguo inspector republicano, encerrado ocho años en el Valle de los Caídos y casado con una exprostituta, se junta con 'Lenin', realmente Agustino Ponce, un raterillo viejo conocido a quien decide ayudar en este caso de altos vuelos y conexiones internacionales.
Y es que el sicario de un ricachón fascista barcelonés ha asesinado a un 'monument man', uno de los 350 que persiguen a los nazis que expoliaron obras de Picasso, Modigliani, Dalí, Rubens, Rafael, etc.
En definitiva, un libro muy interesante, cargado de acción, con una trama muy bien trabajada, unos personajes atractivos, y un humor cáustico que alivia el asfixiante ambiente de la España de la posguerra: pobre, ruin y cainita.
Una novela para seguir gozando de ese monumento que es la saga de Mascarell, genial y magistralmente trazada por Sierra i Fabra.
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