'Niños de tiza' fue genial, muy buena, intensa, absorbente y plena. 'El gran silencio', de David Torres, protagonizada también por el exboxeador, excampeón de Europa, Roberto Esteban, es lo mismo, pero sin tanta fuerza, más liviano, como un prototipo, puro divertimento.
Lo mejor: el desfile de numerosos personajes perdedores, gente que lo tuvo todo y que ahora no tiene nada, piltrafas humanas que, sin embargo, conservan un valor: el honor y la autenticidad.
Roberto Esteban, ya exalcohólico, sigue actuando de matón, pero con alma. El amor le golpea más duro que los seres pendencieros con los que se cruza, en esta novela de tinte negro, con cierto argumento de thriller, pero en el que predomina el estudio psicológico de una persona sin rumbo, desubicada, aunque de firmes principios.
Aunque es prescindible, una obra menor, se lee bien. Sobran, eso sí, algunos pasajes en los que el autor abusa de las descripciones y las elucubraciones del personaje principal.
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