"Rufino giraba apaciblemente en su pecera. Sus temibles aletas de pez peleador batían con suavidad el agua y lo impulsaban en aquella danza circular que solo terminaría con la muerte del animal... Y se reanudaría con la llegada del siguiente Rufino, siempre idéntico al anterior, y al ante anterior, y al de más atrás, pues el pez rojo y su vida de ciclos repetidos ofrecían al Conde la sensación de que algo en el mundo podía ser, o al menos parecer, permanente e inmutable.
'Vivimos en eso, Rufo, le dijo el Conde a aquel Rufino.: 'todo el tiempo dando vueltas en el agua sucia, hasta que nos jodemos. Pero siempre habrá otro dispuesto a empezar a girar: hasta que se joda todo, ¿no?..."
'La cola de la serpiente', de Leonardo Padura, es una novela ligera de temática negra, negrísima, en la que se hace un homenaje a la colonia china de La Habana.
El exteniente de la policía Mario 'Mayo' Conde, rememora su época de agente, cuando tuvo que investigar el cruel asesinato de un chino con extraños símbolos mágicos en el cuerpo.
A partir de aquí nos encontramos con el universo Padura en la serie de Conde. Su ex, sus amigos ('El Flaco' Carlos es uno de los más llamativos), su relación con sus compañeros policías y las patrullas con el especial sargento Manolo.
O la relación diferente que tiene con el mayor Rangel, su superior, amante del ron Santiago y los puros habanos.
La verdad es que parece que leemos a Kurt Wallander (Henning Mankell) o a Kostas Jaritos (Petros Markaris), por el tipo de protagonista, un verso libre, diferente, un agente algo loco y bebedor, mujeriego que, sin embargo, conserva un ápice de intelectualidad e inocencia en su alma, mientras se ve abocado a bucear entre lo peor de la sociedad.
Muy entretenida. Más que una novela negra. Un fresco de la Cuba de 1989 y de sus gentes. Deliciosa como 'Pasado perfecto' ó 'Paisaje de otoño'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario