'El hombre invisible de Salem', de Christoffer Carlsson, ha sido para mí una grata sorpresa. Aparte de encontrar el libro a un precio reducido, he hallado una historia oscura, intensa y con grandes dosis de suspense.
El personaje principal también ha sido un hallazgo poderoso. Se trata de Leo Junker, un agente joven de Asuntos Internos, de baja, envuelto en un asesinato que lo transporta a su juventud en Salem.
Por eso, tanta la acción de 15 años atrás como la actual se complementan desvelando, poco a poco, el quid de la cuestión: una historia de amor juvenil con un final poco agradable.
Mientras que en la actualidad Junker, perdido entre absenta y pastilla psiquiátricas, se enfrentará a las consecuencias de su pasado, como si el karma se presentase de repente en forma de hombre invisible vengador.
El libro es poderoso y diferente. No hay héroes ni villanos. La maldad es un concepto abstracto. Atrapa, según la época, a unos u otros dependiendo de las circunstancias vitales de cada uno.
La voz del autor es original y diferente. Lo que ocurre llega a ser entre terrorífico, surrealista y plagado de sombras. La suciedad lo cubre todo. Los personajes se mueven como asidos por una fuerza superior implacable. No hay cuartel.
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