No en vano, esta mezcla extraña, a la que se suman hechos paranormales y cierto regusto a Dan Brown y a la película Van Helsing, deja paso a la lucha del bien contra el mal. La luz pretende derrotar a las tinieblas deseosas de iniciar una tercera guerra mundial.
Los combates del pirata turco judío, apoyado por un cura y su hermana con poderes extrasensoriales, unidos a un vasco, contra los hombres lobo, un maldito corsario y un a mujer vampiro hacen las delicias de los lectores.
Porque no está tan claro que el bien venza y porque, entre medias, aparecen Lucifer y Azazel, en dura pugna por conseguir el apoyo de Satanás; un militar español en Mostar, metido a reclutador de seres extraordinarios; y una mujer de la alta burguesía poseída por demonios.
Es una novela muy entretenida. Con un ritmo trepidante. Y con escenas más que duras. El final... imprevisible. Como he dicho, el bien no es tan poderoso como el mal o, tal vez, sí lo sea.
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