domingo, 21 de enero de 2024

'Perdido entre el fuego', de Andrés de Mingo: delicioso western rural en la España vaciada

Es delicioso este nuevo libro de Andrés de Mingo. 'Perdido entre el fuego' (Café Literario Editores) es como un western rural en la España vaciada. O en algún lugar entre Madrid y Cádiz. La acción sucede un día de calor extremo en el que Arturo Virgil se queda tirado junto a un maizal tras petarle el Seat 127 amarillento y descascarillado.

Va camino del entierro de un hermanastro poco amado, vestido de cualquier manera, cargado de Chesterfield y cervezas y una bolsa de deporte.

Va a buscar ayuda a un pueblo de una sola calle, habitada por variopintos y poco recomendables personajes. Como si 'La comunidad' de Álex de a Iglesia se acomodara en un meseteño pueblucho de mala muerte. De esos de las películas del oeste, pero en la contemporaneidad hispana.

A partir de ahí, numerosos sucesos le ocurrirán, a Virgil, un perdedor en toda regla. Destacar los personajes encarnados por la voluptuosa mujer de la limpieza Rosita, el malfollao de Antonio, el tonto del pueblo Va-lentín, y la propietaria de la única y destartalada pensión del pueblo, una Chus Lampeave con instinto asesino.

En definitiva, vaya joyita de thriller oscuro, profundo y costumbrista que se ha marcado el bueno de Andrés de Mingo. Una delicia con un inicio poderoso y un final aún más potente.

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