Mis autores preferidos de novela negra y policiaca, acompañados de sus criaturas, los detectives e investigadores más escépticos y duros a la vez tiernos.
viernes, 21 de junio de 2013
Chester Himes: 'El absurdo de mi vida'
La peculiaridad de Chester Himes es que siendo negro odiaba por igual a sus 'hermanos' y a los blancos. Creador de los crápulas detectives de Harlem Ataúd Ed Johnson y Sepulturero Jones, en 1972 escribió un libro, que sin ser de novela negra, es básico.
No hay que morir sin leer su Autobiografía en dos tomos: 'La cualidad del sufrimiento' y la genial segunda parte titulada 'El absurdo de mi vida'.
En 1954, tras un periplo por Europa con su mujer, aterrizó en Mallorca, entonces una de las regiones más pobres y atrasadas del país (faltaban pocos años para el boom de suecas y demás). Allí decidió vivir en Valldemossa y lo que vio fue algo parecido a lo que George Sand describió en 'Un invierno en Mallorca' publicado un siglo antes.
Es decir, una sociedad cerrada, rural y racista. No en vano, Himes sería de los primeros ciudadanos negros en visitar la Isla. Por ello, y tras una trifulca con el propietario de la empresa de transporte entre Palma y Valldemossa -en la época era como ahora viajar de punta a punta de la Península- tuvo que encomendarse al sargento de la Guardia Civil, a quien califica de 'buena persona', pero que le aconseja establecerse en otra zona para evitar problemas.
Y al final acaba en Pollença, un lugar que le maravilla.
Sin duda, las peripecias narradas por el escritor en su biografía se asemejan, en clave gore, a las que reflejó Hunter S. Thomson en 'El diario del ron'. Himes, desde luego, y a pesar de su durísimo carácter, vivió la vida sin miedo, pretensiones y con valentía.
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