No he pasado de la página 47. Y eso que el marketing vendía esta novela policíaca como una de las sorpresas de los últimos años. Sorpresa sí ha sido: de sopor y estulticia (no sé si está bien empleado el término, pero siempre lo quise emplear).
No he llegado a conocer ni al detective Bolton -que será un fenómeno-, y muy poco al sufrido profesor rompecorazones Mark Bradley, quienes, entre tanto tópico narrativo, no han tenido tiempo de aterrizar en mi mundo.
Es un libro malo porque es muy aburrido. Intenta mostrar un inicio original cuando no es más que un burdo intento de crear una atmósfera de suspense que se diluye como azucarillo en el agua.
'Marcado a fuego' de Brian Freeman. Si alguien se lo ha acabado, alabo su gusto o s paciencia. Hay demasiados libros y autores interesantes como para perder el tiempo en este producto policíaco industrial poco original. Puro tostón (o no sería mi día... aunque fueron varias jornadas de tortura autoinfligida).
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