Poco o nada se puede añadir sobre la maestría creadora de Petros Márkaris, artífice de uno de los más conocidos investigadores de la novela negra y policiaca actual: el comisario Kostas Jaritos.
Por eso, solo cabe que señalar que la penúltima aventura del escéptico, mundano y estoico Jaritos, 'Liquidación final', contiene el mismo nivel de arte y potencia narrativa que las restantes siete obras de la saga.
En este periplo investigador en busca de un asesino de defraudadores de Hacienda, convertido en héroe por los siempre sufridos ciudadanos griegos de a pie, subyace una clara crítica a la asfixia económica aplicada por la Troika sobre Grecia, y una lacerante arremetida contra sus políticos corruptos.
Así, los suicidios colectivos de amantes y jubilados agobiados hasta la extenuación por los recortes económicos y sociales y la inflación, se suceden mientras un personaje desconocido -imitando a Robin Hood- asesina a potentados que engañan al fisco haciendo uso de cicuta. Un claro mensaje alusivo a los helenos de la época de Sócrates: brutales contra el más leve síntoma de corrupción.
Ejemplo de ese espíritu, tan necesario en estos tiempos inciertos, es la frase que aparece en el libro de Márkaris atribuida al filósofo en plena agonía mientras se le escapaba la vida tras ingerir la mortal cicuta: "Critón, le debemos un gallo a Esculapio. Paga mi deuda y no la olvides".
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