'Legado en los huesos' se devora, se lee sin parar, provoca que te bajes en una estación que no es la tuya, te inquieta, hace que en determinados pasajes el corazón se te acelere, provoca ansiedad y temor... pero es menos sorpresiva e intensa que 'El guardián invisible', la primera parte de la saga del Baztán.
Su autora, Dolores Redondo, juega con maestría las bazas de fundir en una novela negra los asesinatos macabros y litúrgicos con la existencia de fuerzas buenas y malignas en la naturaleza en un combate perpetuo, junto a la presencia se seres mitológicos y auténticos psicópatas de carne y hueso.
La figura de la inspectora jefe Amaia Salazar es casi perfecta. Sus miedos, inseguridades, su fuerza, su mente equilibrada, sus pensamientos terroríficos... envuelven toda la obra.
Las sectas, los comportamientos extraños, los crímenes rituales, las brujas, los aquelarres, las misteriosas muertes al nacer, los personajes desequilibrados, los fanatismos... se mezclan en un cóctel de novela de acción, suspense, homicidios, violencia de género... que no se puede parar de leer.
Ansioso por que se publique la tercera parte (y final) de la trilogía negra del Baztán.
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