En numerosos foros y páginas web leí que era la revelación, la última esperanza blanca de la novela negra germana, y a mí que me ha parecido algo tostón el libro de Gisa Klonne.
El inicio de 'Una noche sin sombras' es como llevar una caraja de 20 pisos, que te despierten y te llevan a ver una carrera de caracoles en medio de un humedad que hiede.
No sé si la historia se anima luego, pero no tiene visos. No he pasado de la página 19. La inspectora Judith Krieger es cargante y rarita, mucho. Y los que la rodean son por el estilo.
Es como esas decenas de libros policíacos escandinavos que ni fu ni fa, sin alma, ni fuerza, ni brío. Todo muy oscuro, pero en plan oscuro de gris, aburrido.
Demasiados párrafos descriptivos que nada dicen ni aportan a la trama.
Pues nada, a por otro libro de los miles que hay más atractivos que este en el riquísimo mundo de lo negro.
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