martes, 15 de enero de 2019

'Canino', de Julián Ibáñez: brutal, entre Manchette y 'El cartero siempre llama dos veces'

    
    'Canino' es un libro más bien breve, pero que se disfruta intensamente. Narra las peripecias de un matón -que a veces parece  atontado o borderline- que sobrevive a situaciones límite aplicando métodos entre picarescos, delincuenciales o surrealistas.

    En cierto modo me ha recordado a algún personaje del genial Jean-Patrick Manchette. Son personas que van por el mundo totalmente libres, adaptándose a lo que encuentran, poniendo en prácticas las más variopintas medidas de subsistencia y moviéndose en todo momento en ambientes macarras.

    En este caso, Bellón, que así se llama el susodicho, recala en un motel de carretera junto a un pueblo-ciudad entre Palencia y Valladolid. Allí, se hará amigo de la propietaria, la rusa. Sin un euro en el bolsillo se buscará la vida de las maneras más inesperadas. 

    Hasta trabajará para el marido de la rusa, un exguardiacivil, inmerso en mundos extraños y turbios.

    Es algo así como 'El cartero siempre llama dos veces' (novelón negro de James M. Cain) trasladado a la meseta castellana. Un mundo decadente poblado por seres turbios. Una historia muy buena y potente. 

    He disfrutado y espero seguir leyendo los otros libros de la serie Bellón surgidos de la gran mente del maestro de la novela negra Julián Ibáñez

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