lunes, 21 de enero de 2019

'Carter', de Ted Lewis: total!!!

    
      "-Me entran ganas de llorar. De verdad. A veces creo que voy a retirarme. Lo dejaré todo y me largaré a Ibiza o a cualquier otro lugar, y que todos ellos se busquen a otro que les dé trabajo. Si uno no fuera tan filantrópico, todos estos estarían en la oficina de empleo haciendo cola detrás de los negros. -Aspira, inspira y hace un gesto con la mano-. 

      ¿Lo entiendes, Jack? ¿Ocurre lo mismo en Londres? Supongo que sí. Todo va de mal en peor. Excepto para la gente como tú y Eric. Pero vosotros sois como yo. Los malos tiempos nos han endurecido. No como estos maricas. Volverse duro es practicar cincuenta tacadas en serie al snooker y leer a Hank Janson".

 'Carter', de Ted Lewis, es total. Una novela negra clásica, potentísima y con mucha miga. Ambientada a principios de los años 70 tiene ese sabor del también genial William McIlvanney. El protagonista, Jack Carter, es todo un descrubrimiento. No en vano, en la adaptación cinematográfica le dio vida el carismático Michael Caine.

      "La clientela se consideraba muy selecta. Eran granjeros, propietarios de garajes, dueños de cadenas de cafés, contratistas de electricidad, constructores, propietarios de canteras; la nueva pequeña nobleza. Y de vez en cuando, aunque nunca con ellos, sus espantosos retoños. 

      Chavales que conducían un Sprite descapotable con un acento no del todo logrado, aunque se acercaban a él diez veces más que sus padres, con sus botas de ante, sus americanas de pata de gallo y sus novias de colegio de élite que vivían en una casa pareada e intentaban imitar el acento, y los sábados se permitían un poco de pastel de pescado después de las medias pintas de cerveza de barril en el Old Black Swan, con la esperanza de que el pastel de pescado acelerara los sueños del Rover para él y el mini para ella y el bungalow moderno, una casa estilo granja, no lejos de la autopista a Leeds para ir de compras los viernes".

    Carter, matón a sueldo de dos hermanos mafiosos de Londres, viaja a su ciudad, una localidad industrial junto a Leeds, para investigar la muerte en un accidente de tráfico de su hermano.

    Allí, se encontrará con su pasado, a la vez que se busca problemas con los capos locales, socios de sus jefes, lo que molestará a estos.

    La espiral de violencia que se desata en la ciudad es memorable. La prostitución, las drogas, la pornografía y los casinos conformarán un ambiente sucio, decadente y peligroso.

    Carter será esa mano vengadora que lo arrasa todo a su paso y que no deja títere con cabeza. El final es de órdago. Muy en línea, como ya se ha dicho, de la tragedia griega desarrollada en la campiña inglesa.

    Es un pedazo de libro. Muy negro. Con seres sin escrúpulos y violencia a doquier. Algo así como 'Boardwalk Empire' cuarenta años después en la fría e intempestiva Inglaterra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario