'Sunset swing', de Ray Celestin, es una delicia manchada de sangre. Una obra épica, con sabor a novela negra clásica, ambientada en 1967 en Los Ángeles, una ciudad sin alma y repleta de corrupción. Un escaparate del cine y del glamur, podrida por dentro.
En estas estamos cuando la Policía enloquece buscando al 'El Matarife Nocturno', un asesino en serie que se cuela en las casas para matar brutalmente siguiendo un ritual cajún. Por allí también aparece, recién llegada de Vietnam, la enfermera de la Fuerza Aérea Kerry Gaudet, de Louisiana, que busca desesperadamente a su hermano.
Dos historias que se unirán a la de la exdetective Ida Young, íntima amiga de Louis Armstrong, conocida por atrapar asesinos en serie, pero traumatizada porque una década antes se le escapó el peor: Faron. A la fiesta se acoplará el mafioso a punto de retirarse Dante Sanfelippo con una última misión: localizar al hijo del capo Nick Licata.
Todos estos elementos, con los que juega la CIA, en un programa experimental de alto secreto, conforman un cóctel peligroso, a la vez que emocionante, de novela trepidante, con giros magníficos y personajes al límite.
Los hippies, las drogas, la Guerra de Vietnam y la música de Louis Armstrong -un personaje secundario, pero con un peso colosal- completan un libro que engancha, se lee de una tacada y nos provoca taquicardia.
Es una auténtica lucha del bien contra el mal en la que hay demasiados jugadores traidores, mentirosos y giracasacas. Donde el dolor, la muerte y la oscuridad predominan, mientras los soldaditos intentan aplacarlos con pistolas de agua.
Una gozada con la banda sonora del jazz profundo de Chet Baker y Armstrong.
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