'El baile de los penitentes', de Francisco Bescós, es una delicia. Aúna un western rural con unos personajes dignos de la mejor novela negra. El ambiente tranquilo y costumbrista de Calahorra se transforma por momentos en un drama policíaco de elevada calidad.
Este es un libro de crímenes diferente. Con un novel literario superior y una trama enriquecida por unas subtramas de órdago. La teniente Utrera, alias 'La Grande', y el mafioso local, Fernando Rosas, dan colorido a esta historia en la que se investiga el asesinato de una niña con un arma de la I Guerra Mundial.
Negra negrísima y muy original
Alrededor del cuerpo principal de la novela, negra negrísima, discurre la extrañísima historia del misterioso médico del pueblo, del pijo de Madrid que busca ayuda entre los capos riojanos, los clanes gitanos de la droga y el pobre padre sin blanca que no puede mandar a sus hijas a la Universidad y trazará un peligroso plan para lograrlo.
Todo ello sumido en el ambiente de las procesiones de pueblo y en el llamativo juego de los Borregos, en el que las gentes del lugar se juegan miles de euros en una extraña mesa de billar.
La verdad es que me gustó más la segunda novela de la saga, 'El porqué del color rojo', aunque esta no desmerece nada la maestría negra de Bescós, magnífico autor y creador de escenarios originales, repletos de misterio y vida propios.
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