"-¡Suéltalo, hombre -le ordené.
-Bien, ehh, es que me preguntaba qué tendría que hacer si viene a atacarnos el IRA mientras no están.
-Pues sacar las ametralladoras y devolver el fuego. Y no maten a ningún contribuyente, ¿de acuerdo?"
'Cold cold ground', de Adrian McKinty, es un novelón. En la línea de Ian Rankin, trasladado a Irlanda del Norte. Creo que es mejor John Rebus, aunque las aventuras de Sean Duff, en la peligrosa Belfast de 1981, son más que adictivas. Por eso, en nada ya iré a por otra de las novelas de la saga, 'Oigo sirenas en la calle'.
"-Pues creo que lo están reteniendo. Creo que Don Nadie es alguien importante y que Belfast está tratando de preparar a toda prisa el trabajo de base antes de pasarnos la información a nosotros.
-Estás paranoico -le solté, y luego lo reconsideré-. Aunque William Burroughs dice que un paranoico es alguien que sabe lo que está pasando de verdad.
-¿Billy Burroughs dijo eso? ¿Ese tipo de la pescadería?"
El detective Duff, que trabaja con la policía del Ulster, mayoritariamente protestante, en los años de plomo, las bombas y los crímenes entre católicos partidarios de Irlanda y los paramilitares pro-Inglaterra, es un verso libre. Entre tanta rebelión y disturbios debe investigar lo que parece ser obra de un asesino en serie, el primero de la historia en la región.
"-Anoche le conté a un colega de la Special Branch mi teoría sobre Freddie Scavanni -le grité desde el cuarto de baño.
-¿Y qué te dijo? -preguntó McCrabban.
-Dijo que era un genio y que iba a enviar el expediente a Jack el Destripador.
-¿También resolviste ese?
-Fue la reina Victoria.
-Lo sabía. Lo supe siempre. Es fácil esconder un machete debajo de tanta crinolina."
La verdad es que las aventuras y desventuras de este psicólogo, metido a policía del Ulster, la Royal Ulster Constabulary (RUC), enganchan. Porque hay de todo: amor, sexo, alcohol, una trama complicada, varias investigaciones paralelas, el MI5, IRA, los paramilitares del UVF, exagentes de Rodhesia, música clásica...
"-Gente fascinante, esos japoneses -dijo-. Dicen que la muerte es más leve que una pluma, pero que el deber es más pesado que una montaña..."
La desaparición de la exmujer de un activista del IRA, encarcelado y en huelga de hambre (después de la muerte por inanición de Bobby Sands tras 66 días sin ingerir alimentos), aportarás aún más misterio a este magnífico libro, con aroma de clásico y verdaderamente imprescindible para los amantes del género negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario